miércoles, 20 de agosto de 2008

Victoria

Early por la manana, e Inger ya tiene la mesa de lujo, el desayuno no solo se ve hermoso si no que ademas sabe delicioso. Jugo natural, frutas con yogurt y cereales, todo preparado en casa. Huevos con queso y tostadas, acompanadas de cafe de grano con leche, es nuestro petit-desayuno... JO.

Todo esta tan delicioso que decidimos dejar reservado nuestro regreso a Vancouver en este mismo B&B.

De carreras nos despedimos y nos apresuramos hasta el Ferry que nos llevaria hasta Victoria.

No nos equivocamos al escoger Delta, estamos solo a diez minutos del embarcadero. Sin embargo a poco andar, nos damos cuenta de que muchos han tenido la misma genial idea, de alcanzar el primer o segundo Ferry hacia la isla.

Uno, dos, treinta, cien, ciento cincuenta vehiculos y subimos, la verdad no se que capacidad tienen estos Ferry, es claro que debe ser un monton, ya que lleva mas de seis pisos, llenos de autos y buses.

Las personas, una vez aparcado los automoviles, suben a los pisos acomodados con butacas, restaurantes, tiendas y reposeras al aire libre, dispuestas para la hora y media que dura el viaje. Hasta un mini show por un guia turistico joven, se dan el lujo en estos tremendos tranportadores.

Mucho chino por todos lados, los he visto por todo Canada, al parecer, es el turista mas comun que visita Canada.

La tienda de gifts, llena, con todos los que quieren llevar algun recuerdo de los tantos que existen por todos lados.

Un pasillo repleto de folletos y mapas con todas las miles de atracciones que ofrece la isla de Victoria, me hace pensar que dos dias seran demasiado poco. Tomo varios papers, de los que me interesa ver.

Hay que escoger muy bien lo que veremos y que dejaremos para un proximo viaje... Juas. La planificacion de rigor antes de llegar a la isla, para no perder ni un segundo de todo lo que hay por hacer.

Una hora y media en punto y ya estamos bajando del Ferry, nuevamente es Viky quien nos lleva directo a nuestra reserva. Aca no quisimos amermelar y dejamos la reserva lista antes de iniciar el viaje. Eso fue bueno porque en Verano es casi imposible encontrar alojamiento.

Un hotel central fue nuestra eleccion, asi nos moveremos a pata por practicamente todos los lugares turisticos de la ciudad.

Lobster

Como ya es casi medio dia, nos vamos hacia la costanera, con algun dato para el lunch.

Auro nos grabo la idea de comer langosta, desde antes de decidir donde y que visitariamos, asi que la isla es la indicada para una gran lobster.

El lugar es acogedor, aunque nos llevamos la sorpresa del dia. Compartimos un plato de mariscos que prometia langosta, langostinos, choritos, ostras, etc. En el menu al menos sonaba bien, aunque los pesos sonaban altos, pero, una lobster bien los valia.

Grande fue nuetra decepcion al ver solo media mini langosta y un plato, mas bien pequeno, con marisco que en el puerto me los sirvo casi gratis.... juas.

A lo hecho pecho y debimos pagar el noviciado. De salida decidimos irnos de city tour por nuestra propia cuenta, asi que caminamos a pata por el borde costero que esta todo adornado hasta el cansancio de flores y mas flores, hasta en los botes hay flores, por donde mires esta lleno de flores.....biutifuuuuuuuuuuuuuuulllllll.

Por la tarde teniamos decidido de antemano hacer Burtchard garden. Asi que tomamos el bus que nos llevaria hasta los jardines y luego esperariamos los juegos artificiales que solo se dan los sabados.

Nuestra partida hacia los jardines fue cinco piem, afuera, la lluvia se dejo caer y un tremendo signo de interrogacion crecio en nuestras mentes, pero seguimos sin arrugar.

A medida que avanzaba el bus, nos mirabamos incredulas, poca gente y nuestra duda seguia creciendo. Como tomaria mis fotos en los jardines con lluvia? Solo llevabamos parkas... Ups.

Casi treinta minutos a las afueras de la ciudad y ya estabamos a las puertas de los famosos jardines Butchart.

Nos bajamos, antes el chofer, canadiense, nos recordo que el ultimo bus de regreso era a las 22:30 y que debiamos tomarlo en ese mismo paradero... sta todo pensado veeeeeeeee.

Caminamos y que creen?, claro, si estamos en Canada pues, a la entrada y por todos lados, carretillas llenas de paraguas “trasparentes” dispuestos para todos los turistas... JO. Que el espectaculo se suspende por una simple lluvia?... estamos en Canada!!!.

Bien, aperadas de nuestros paraguas ya podiamos recorrer los hermosos jardines y sacar todas las fotos necesarias para nuestro album.

Cientos, miles, millones de flores ordenadas, complementadas, orquestadas... no encuentro al calificativo para describir el paisaje. Muchos colores de simples y hermosas flores dispuestas todas para el deleite de los turistas.

Un mapa entregado en el bus te indicaba cual era la ruta que debias seguir para no perderte entre los miles de jardines: de rosas, japones, etc.
En el interin, tienditas de recuerdos, cafeterias para el descanso, todo pensado y ordenado.

Cuando ya habiamos agotado varias cargas de pilas y memorias de fotos y creimos haberlo visto todo, un jardin idilico se nos presento ante nuestros ojos, haciendonos exclamar el tan conocido: Oh maigaaaadddd!!!... Aha – ha – ha.

La verdad, estos gringos piensan en todo, hasta una laguna artificial, con juegos de agua y luces de colores, como toma final antes de entrar al escenario de juegos artificiales.

La hora justa, veintiun horas, todos caminamos ordenadamente hacia los lugares dispuestos para los juegos artificiales. Extensiones de pasto verde en desnivel era el lugar donde debiamos disponernos.

La lluvia habia parado y el atardecer tomaba colores en el cielo, sin embargo el pasto estaba humedo luego de tanta lluvia, que creen que sucedio entonces?

Siiiiiiiiiiiiiiii, nos entregaron bolsas de plastico para acomodarnos sobre el pasto humedo... Ja ja ja, no hay caso con estos gringos.

Asi, el espectaculo on time, of course, y los juegos fueron mejor de lo esperado. Llevaba en mente mis magnificos juegos portenos, debi agachar el mono y reverenciar la gracia e imaginacion gringa.

Historias al compas de melodias, subir y desplegar de figuras en movimiento, por los aires y a raz de suelo, vimos flotar dragones, barcos, totems, etc. Todo muy al estilo canadiense.

Terminado el espectaculo, la noche en plenitud, la siguiente pregunta cabe de cajon: como haran estos gringos para evacuar casi quinientos cristianos de noche sin que se pierda uno solo en los miles de laberintos florales?.

La respuesta no se hizo esperar, una cadena de guarda-jardines, todos muy jovenes, indicando con linternas de colores por donde debias seguir hasta "tu" bus en particular.

Aca otra anecdota digna de resaltar. Nuestra volada Auro, en el viaje de venida, se durmio y seguramente se le cayeron sus lentes, eso concluimos mientras caminamos por los jardines.

Mientras esperabamos nuestro bus de regreso, otro chofer corto nuestros tickets. Justo antes de abordar, se acerco el chofer que nos habia traido hasta los jardines, dirigiendose a Auro pregunto: Miss, did you miss your glasses?... Juaaaaaaasss. increible verdad?

Asi fue nuestra aventura en the Burtchard Garden, para recordar toda una vida.
Fotos By MadPat and Marlene
Los acentos y las enes se han omitido en yankilandia no se usan