
Bueno, los trámites canadienses han sido un poco mas lentos, ellos se toman todo el tiempo del mundo para revisar, averiguar y ver si te aceptan o no como invitado.
Menos mal que mis queridos amigos enviaron invitación in situ, de esta manera los canadienses no podrán resistirse a tan simpática visita....JO. al menos eso espero cuando den la respuesta definitiva.
Menos mal que mis queridos amigos enviaron invitación in situ, de esta manera los canadienses no podrán resistirse a tan simpática visita....JO. al menos eso espero cuando den la respuesta definitiva.
Hoy estoy feliz y no se explicar mucho el porque,

Hoy es otro día y el sol brilla en esta dura ciudad de Santiago. Los trámites principales ya están hechos y ahora solo a esperar la ansiada respuesta.

Menos mal que el Bill marido de mi amiga, sabe tener la paciencia y el ánimo de aceptarnos tan locas como somos, y por supuesto, dejar que nuestras locuras vuelen muy alto.
Como esa noche en que nos adelantamos a llegar por San Felipe, quisimos sorprender a nuestra creisy amiga, que decidió vacacionar en Chile, en Septiembre del año pasado.
Aun hoy me río al recordar su cara de No-lo-creo ... Estoy-viendo-Visiones cuando al abrir la puerta de su cabaña, nos encontró a las cuatro con cara de inocente, pidiendo alojamiento. Ella nos esperaba al día siguiente... Juas.... Sencillamente Genial.
Luego del saludo cariñoso, el rapto hasta nuestra cabaña para el esquinazo que le preparamos improvisadamente, fue inmediato; no queríamos perder un solo minuto de estar juntas otra vez.

El ingenio a mil en cada minuto para no aburrirnos de tedio, en ese lugar tan pasivo y burocrático, los inventos no faltaban para entretenerse, y el tiempo sobraba para hacer y deshacer.
Nunca falto motivo para celebrar la vida, un mes en una casa, el siguiente en otra, la dueña de casa era quien se lucia con platos preparados de su propia mano, el resto del grupo, preparaba los disfraces para llegar de incógnito a la cena.
Hoy seguimos conectadas a la distancia, el cariño sigue intacto y las ganas de hacer el loco también.
Este viaje no será distinto. En México, al igual que ahora, solo unos segundos para saludar al dueño de casa, y partir raudas a conocer toda la hermosa provincia de Yucatán.
Pocos se nos hicieron los días, como pienso que pocos se nos harán esta vez.
